sábado, 6 de octubre de 2007

Sustrato 1ra parte

Durante el invierno, el cultivador de exterior no puede hacer casi nada excepto cruzarce de brazos. La cosecha ha quedado atrás y hace demasiado frío para plantar. Sin embargo, el que quiera ver a sus plantas crecer en una buena tierra, tiene mucho que hacer por esos meses. Preparar el sustrato con anticipación es una ventaja que no muchos toman en cuenta. La tierra fertilizada contiene diversos microorganismos que digieren los nutrientes y permiten que la planta los absorva más fácilemente, por lo que trabajar en nuestro sustrato y dejarlo reposar por un buen tiempo permite que la vida biológica del suelo se multiplique. Para que éstos microorganismos se reproduzcan necesitan calor y humedad. Como en invierno las temperaturas son muy bajas es aconsejable dejar el contenedor con el sustrato en un garaje o bajo un cobertizo.
Si bien esta información puede ser algo atrasada para Outdoor, puede servir para quienes quieran comenzar un Indoor. Aunque lo ideal es preparar el sustrato con un par de meses de anticipación, perfectamente puedes preparar hoy tu tierra y reposarla un par de semanas (si cultivas en exterior), o preparar la tierra para la Floración.

Como las plantas de marihuana crecen mucho más rapido que casi la mayoría de otras plantas, se utilizan un montón de nutrientes en un corto espacio de tiempo para su cultivo. La tierra corriente no contiene suficiente alimento, por lo que necesitarás un suelo más rico en nutrientes si quieres exigirle el máximo a tu planta. Esto no es menor, puesto que una planta cultivada en un sustrato con una correcta fertilización rendirá entre 2 a 10 veces más que una planta criada en un suelo pobre.
Un buen abono contiene nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). En un lenguaje un poco más profesional lo llamaremos la "proporción NPK". Debajo de cada letra va una cifra que indica la proporción de cada elemento sobre un total de cien, así obtienen una proporción específica.
Como este archivo será mas bien abocado al cultivo orgánico, describiré algunos buenos fertilizantes naturales fáciles de conseguir y que pueden dar excelentes resultados. Estos son la ceniza de madera, humus de lombriz, cal, harina de huesos y las hojas descompuestas de la cosecha pasada.

Primero veamos en cual de estos fertilizantes se pueden encontrar los nutrientes antes mencionados. El nitrógeno se encuentra en el humus de lombriz y también en la harina de huesos, asegura un rápido y fuerte crecimiento de la planta. El segundo elemento, el fósforo, se encuentra en el humus de lombriz, la harina de huesos y en la ceniza de madera. El fósforo es importante para la floración de la planta, lo que no significa que lo necesite sólo durante el período de floración. Puede absorberlo en una fase anterior y almacenarlo, de modo que la planta suele tener algo de fósforo antes de empezar la floración. La tercera sustancia importante es el potasio. Se encuentra en la ceniza de madera y asegura un tallo fuerte y firme. Con una cantidad suficiente de ceniza, el tallo adquirirá una estructura leñosa. Recuerda, la firmeza del tallo y ramas laterales determinan el tamaño de los cogollos. Un tallo fuerte producirá cogollos mayores porque puede soportar más peso y transportar una mayor cantidad de nutrientes. Otra buena cualidad de la ceniza de madera es que protege a la planta de enfermedades. Finalmente, un elemento que no había nombrado pero que también tiene gran importancia, es el magnesio (Mg). Permite que la planta asimile mejor los nutrientes y facilita una mayor absorción de luz por las hojas. Lo encontraremos en la cal, que además tiene la ventaja de crear un pH natural en la tierra.
Es muy importante mezclar bien la tierra y los fertilizantes para que las raíces no se encuentren con concentraciones de uno de los nutrientes o con un valor de pH demasiado desviado.



Lo primero que haremos para preparar nuestro sustrato será conseguir un contenedor lo suficientemente grande como para que nos permita ir mezclando todos los componentes que vamos a utilizar. Luego lo dejaremos unas cuantas semanas ahi reposando. Debe tener perforaciones en el fondo para poder drenar los líquidos y así evitar que la mezcla se encharque y se produzcan enmohecimientos. Además, debe estar muy limpio, ojalá lavado y desinfectado.
En adelante las medidad de cada elemento que utilizaremos para preparar el sustrato se darán en volúmen. Entonces, cuando diga por ejemplo 3 partes de tierra, 1 parte de humus y 1 parte de perlita, significará que lo que uses para medir (una pala, un tarro, un tazón, una carretilla, etc.) tendrá que estar en esa relación. Si hablo de peso (kilos o gramos) se puede tornar un poco más complicado, pues no todos van a preparar la misma cantidad de sustrato. Fíjate que cuando compras ya sea tierra, perlita, humus, etc., en el envase se muestra el contenido en peso (kilos) y en volúmen (litros).
Ahora, al momento de ir añadiendo las proprorciones de cada elemento, éstas pueden variar de un cultivador a otro. La preparación que describiré a continuación es sólo a modo de guía, ya que cada cual ve que mezcla le acomoda más a sus plantas.

Todo sustrato debe tener tierra como base. Lo ideal es una tierra libre de abonados y fertilizantes, desinfectada y esponjosa. La tierra de hojas funciona a la perfección, no así la tierra de litre, que suele ser muy ácida. La utilizaremos en proporción de un tercio de la mezcla final. A esta tierra le agregaremos Perlita, un polímero que le otorga una gran aireación entre otras cosas al sustrato. Antes de incorporarla a la tierra es recomendable lavar la perlita (sólo agua) con un colador, para evitar que lleve impurezas. Al momento de agregarla tener cuidado, pues con una ráfaga de viento puede salir volando en forma de nube. Este elemento conviene aportarlo en más o menos un cuarto de la mezcla, puesto que los fertilizantes que le agregaremos al sustrato son un poco fuertes y pesados, con lo que la mezcla se puede compactar, dejando las raíces sin suficiente aire, relentizando el crecimiento de nuestras plantas. A esta mezcla de tierra más perlita ahora le agregaremos las cenizas de madera. Las de una chimenea irán bien. Es recomendable filtrar las cenizas con un colador o algo parecido, para aportarle una ceniza lo más fina posible. Así se mezcla más facilmente con la tierra y la planta la puede absorver con mayor facilidad. Le añadiremos una cucharada por cada 15 litros de sustrato.
Después de la ceniza, agregaremos el humus de lombriz. Este producto lo podemos encontrar en todo tipo de tiendas de jardinería sin mayores reparos. Es aconsejable que antes de comprarlo comparen las tablas de proporciones de cada nutriente que trae, para que adquieran el de mejor calidad. El humus de lombriz es un abono tan bueno que puedes cultivar tus plantas con él sin añadir nada más. Esto porque contiene las proporciones correctas de los fertilizantes más importantes. Otra ventaja que tiene es que no puedes pasarte con el humus, es decir, no sobrefertiliza a tus plantas. Lo utilizaremos en un tercio de la mezcla final. Al humus lo enriqueceremos con cal. El cal de algas es ideal, pues se descompone con más facilidad que los otros tipos de cal. Pondremos una cucharada por cada 10 litros de sustrato.
Ahora agregaremos la harina de huesos. La pueden adquirir en la mayoría de las tiendas de jardinería y grow shops. El contenido de ésta se presenta en gránulos, y pasará un tiempo hasta que la planta pueda absorberlo, porque los gránulos deben ser descompuestos. Algunos cultivadores muelen los gránulos para ayudarle a la planta a utilizarlos. Sin embargo, cuando estoy utilizando humus de lombriz, prefiero añadirlos sin mas para que la planta lo utilize más tarde, ya que el humus con la harina de huesos se parecen mucho, entonces la planta puede absorber primero el humus y luego la harina de huesos. Le añadiremos una cucharada por cada 20 litros de sustrato.
Aquellos que hayan guardado las hojas de la última cosecha y se las añadan al sustrato tienen una ventaja sobre otros cultivadores, puesto que tienen la dosis adcuada de nutrientes se pueden utilizar en cualquier proporción. Debo mencionar que sólo sirven las hojas grandes y verdes, no las amarillas de las plantas que se estropearon, pues podrían contaminar el suelo.

De esta manera ya creamos un sustrato ideal para la fase de crecimiento de nuestras plantas. Recordar que mantener esta mezcla por un par de meses reposando, añadiéndole agua de vez en cuando para aportarle humedad, creará una flora microbiana excelente para las raíces del cannabis. No obstante puedes prepararla la tarde antes del transplante, pero el resultado no será el mismo. A modo de consejo les puedo sugerir que a las macetas o lo que utilizen para tener sus plantas, le agreguen una capa de unos 5 cm de tierra, para evitar que la perlita al cabo de unos riegos suba a la superficie.
Como mencioné antes, este artículo es sólo una guía para la preparación del sustrato, donde cada elemento puede ser reemplazado por el que ustedes estimen conveniente o mejor. Por ejemplo, la perlita no es el único elemento que le aporta una aireación ideal al sustrato, también lo son la vermiculita, la arena de lampa, etcétera. Otros productos que también pueden ser utilizados son la turba, el guano rojo o el compost, del cual comentaré algo más adelante.

Hasta pronto. Saludos

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